Pablo Escobar, mi padre es un libro de casi 500 páginas en donde, dice, "a diferencia de otros que se han escrito sobre él, en sus páginas no se tergiversan las cosas con el fin de mantener y proteger la impunidad y la corrupción que permitieron a mi papá hacer todo lo que hizo."
Este arquitecto y diseñador industrial era un niño de siete años cuando empezó a ser consciente de lo que hacía su padre para que su familia tuviera de todo (y en exceso). "En agosto de 1984, con la muerte del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, fue fácil empezar a advertir que había algo detrás del padre que yo conocía. Por las acusaciones de las empezó a ser objeto", recuerda. En sus fiestas de cumpleaños había piñatas llenas de algunos caramelos y muchos fajos de billetes.
Dentro de la finca en la que vivía (la célebre Hacienda Nápoles) tenía un zoológico particular con varios de los animales más exóticos del planeta, coches y motos último modelo y a su alrededor nunca faltaban los guardaespaldas. "Todo eso era para mí tan normal como el agua para los peces. Mi padre hacía hincapié en ello y, así como me decía que no probara la droga, también me llevaba a barrios marginales para que viera la pobreza extrema de Colombia. De hecho, él ocupó el lugar que debió ocupar el Estado para ayudar a esa gente. Esto no lo exculpa para nada. Simplemente muestra su lado bondadoso frente al maldadoso."
Dentro de la finca en la que vivía (la célebre Hacienda Nápoles) tenía un zoológico particular con varios de los animales más exóticos del planeta, coches y motos último modelo y a su alrededor nunca faltaban los guardaespaldas. "Todo eso era para mí tan normal como el agua para los peces. Mi padre hacía hincapié en ello y, así como me decía que no probara la droga, también me llevaba a barrios marginales para que viera la pobreza extrema de Colombia. De hecho, él ocupó el lugar que debió ocupar el Estado para ayudar a esa gente. Esto no lo exculpa para nada. Simplemente muestra su lado bondadoso frente al maldadoso."
No lo mataron, él se suicidó antes de que lo atraparan y mi tío Roberto fue quien lo entregó Pablo Emilio Escobar Gaviria (1949-1993), a quien solían llamar "El Patrón", murió el 2 de diciembre de 1993 en medio de una emboscada con la que pretendían capturarlo. "No lo mataron, él se suicidó antes de que lo atraparan", afirma su hijo en el libro. "Además, mi tío Roberto fue quien lo entregó." No son estas las únicas afirmaciones polémicas de Juan Pablo Escobar. También dice, entre otras cosas, que el cantante Frank Sinatra era uno de los contactos de su padre para la distribución de cocaína en Estados Unidos y que, a diferencia de los rumores repetidos durante años, el ahora expresidente Álvaro Uribe jamás facilitó la circulación de las avionetas cargadas de droga cuando era director de Aeronáutica Civil.
"No son teorías. Son certezas absolutas. Ni la editorial ni yo nos íbamos a permitir hablar con liviandad sobre esto. En mi libro está lo que yo viví y lo que he investigado y contrastado", señala mientras se acomoda en una silla bien tapizada para ofrecer una explicación abundante. "Mi papá me lo dijo muchas veces: prefiero matarme a que me atrapen. Y su cuerpo terminó con sangre escurriéndole por la sien. O sea: se suicidó. Con mi familia paterna no tengo ninguna relación desde hace 20 años, ni me interesa. Mi padre en vida ya sabía que ellos eran unos traidores. Además, mi tío Roberto era informante de la DEA. Y lo de Uribe... A ver: yo no soy su defensor, que quede claro. Investigué a fondo y ubiqué a personas que traficaron con mi padre desde el aeropuerto de Medellín. Cuando llegó Uribe comenzaron los controles y eso complicó el todo el negocio. Pero, al final, para mi papá fue más fácil corromper a los policías que revisaban y... ¡adiós problema!"
Al morir su padre, renunciar a ser su sucesor y pagar deudas a los grupos criminales enemigos, Juan Pablo Escobar salió de Colombia acompañado por su madre y su hermana. Adoptó otra identidad (que todavía conserva), Juan Sebastián Marroquín Santos, pidió perdón públicamente a las víctimas de su padre y fundó una marca de ropa, Escobar Henao, que comercializa a través de Internet. Se trata, sobre todo, de camisetas con la imagen del capo de la droga y mensajes de paz. "Para que los jóvenes no repitan su historia.
No hacemos apología. Tenemos prohibidas las ventas en Colombia y está bien. Porque no quiero que me acusen de lucrar con el dolor de la gente", aclara el hombre que, cuando era adolescente, se hizo una foto con la espada del libertador Simón Bolívar, que estuvo en manos de su padre durante cinco años.
No hacemos apología. Tenemos prohibidas las ventas en Colombia y está bien. Porque no quiero que me acusen de lucrar con el dolor de la gente", aclara el hombre que, cuando era adolescente, se hizo una foto con la espada del libertador Simón Bolívar, que estuvo en manos de su padre durante cinco años.
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