Lada Dracul abandonó a las dos únicas personas por las que alguna vez sintió algo parecido al amor -Radu, su hermano menor, y Mehmed, el sultán otomano- para reclamar el trono de su tierra. Pero nada será sencillo y su camino se convertirá en un baño de sangre. Las cosas habrían sido distintas si su hermano hubiera aceptado su pedido de ayuda, pero él, una vez más, eligió a Mehmed.
Mientras tanto, Radu se dirige a Constantinopla con la misión de infiltrarse en la ciudad y ayudar al sultán a cumplir su anhelado propósito. Pero el joven se ve desgarrado entre sus lealtades, su fe y las personas a las que comienza a amar detrás de los muros y a quienes deberá traicionar. ¿Habrá tomado la decisión correcta cuando rechazó a su hermana para quedarse con alguien que nunca lo corresponderá?
Todo comienza a arder alrededor de los hermanos Dracul.
Los imperios caen, los tronos cuestan vidas y las almas se pierden.
¿Qué más sacrificarán para cumplir con sus destinos?
Continuamos con la segunda parte de Hija de las Tinieblas, regresando a la vida de los hermanos Dracul, quienes por intereses propios tomaron diferentes caminos: Lada decidió abandonar a su hermano y a Mehmed, el sultán otomano, por ir a reclamar el trono de Valaquia, su hogar. Y Radu decidió quedarse a lado de Mehmed para ayudarlo con su conquista en Constantinopla.
Para Lada llegar a Valaquia no será nada fácil, deberá reclutar hombres que le sean leales para llegar a reclamar lo que le pertenece, contando con la compañía de un viejo amigo de su infancia, Bogdan. Y no estará dispuesta a bajar la guardia en ningún momento, ni dejará su lado violento y salvaje en la travesía para lograr cumplir con su destino, pero también deberá aprender a confiar en las personas que menos espera.
Por otro lado, Radu es enviado por ordenes de Mehmed a Constantinopla, para infiltrarse en la ciudad para que pueda ayudarlo a lograr su conquista, pero estando en dicho lugar, Radu conocerá a nuevas personas que se ganarán su corazón y confianza, e incluso llegará a cuestionarse si seguir el plan de Mehmed valga la pena realmente, aunque en el fondo sabe que haría cualquier cosa por él... así que tendrá que decidir a quien deberá traicionar antes de que sea demasiado tarde y todo se salga de control.
Al querer cumplir con sus destinos, ambos hermanos Dracul harán todo tipo de sacrificios, por muy desgarradores que estos sean, aunque sus destinos lleguen a chocar entre sí.
"-Haré que estés orgulloso de mí -al esbozar una sonrisa, ella dejó al descubierto sus diminutos dientes-. No habrá nadie más cruel y despiadado que yo. Y jamás dejaré de luchar."
En esta segunda parte Kiersten White logra hacer todo lo contrario, haciendo más amena la lectura y emocionante la historia en cada capítulo.
Los cambios en este libro son muy notorios, el ritmo de lectura -en comparación con Hija de las Tinieblas- es más fluido, porque vamos directamente a lo que nos dejó esperando el final del libro anterior, sin dar tanta vuelta y recordarnos todo lo sucedido. La lectura no recae en ningún momento ni se torna pesada o aburrida, está llena de acción, muertes, traiciones y muchos momentos emocionantes.
La línea narrativa continua en tercera persona alternándose entre Lada y Radu en cada capítulo, lo que sigue siendo muy bueno, ya que en esta ocasión cada personaje se encuentra en diferentes lugares, viviendo su propio infierno. Y gracias a esto podemos seguir con detalle la evolución de cada uno de ellos, así como todo lo que va sucediendo a su alrededor y como luchan para lograr sus objetivos sin tenerse el uno al otro para ayudarse.
Algo que continua siendo sumamente genial, es que se puede notar como la autora ha realizado muy bien sus investigaciones para crear esta saga, desde la entrega anterior, ya que se apega mucho a la historia real de Vlad el Empalador y el Imperio Otomano, aunque claro está que también le incluyó a la historia momentos ficticios, pero nos demuestra lo capaz que ha sido de recrear la historia de forma impresionante.
En cuanto a la evolución de los ya conocidos, tenemos a Lada, quien en este libro me gustó más que en el anterior, ya que no la vemos tratando de que la vean como un hombre ni siendo caprichosa. Ella solo se enfoca en un objetivo y hace de todo para llegar a el. No ha perdido su ferocidad, valentía, crueldad y brutalidad que la ha caracterizado, pero también podemos notar en ella pequeñas vulnerabilidades: La falta que le hace Radu, su sexualidad, su soledad y Valaquia. En sí podemos ver un lado más humano en ella. Su evolución es bastante buena.
A Radu, lo vimos dar un cambio realmente emocionante en el libro anterior, de ser un chico débil, dulce y sensible pasó a ser alguien celoso, manipulador y cruel, esos cambios siguen estando presentes, pero también lo vemos deprimirse por su amor no correspondido, dudar de sus acciones y debatirse entre apoyar a Constantinopla o a Mehmed. Sus decisiones son las más importantes que las de cualquier otro personaje.
En cuanto a Mehmed, esta vez casi no tiene mucho protagonismo que digamos, aparece en pocos momentos y cuando lo hace sigue siendo la persona agradable, medio valiente y decidida que hemos conocido anteriormente, pero siempre enfocado en lo que quiere. Aunque creí que sabríamos más de él en este libro, no fue así.
Entre los personajes que destacan en esta continuación también tenemos a Nazira, la esposa de Radu, quién lo acompañara en todo lo que el haga de principio a fin, siendo una persona agradablemente linda y gentil.
Bogdan, el amigo de Lada también será de gran apoyo para que ella pueda llegar a reclamar el trono de Valaquia, Hunyadi, el mejor militar de toda Hungría será de gran ayuda y apoyo para que Lada pueda cumplir con su destino, un personaje que sin duda los sorprenderá ya que es responsable de cosas que le sucedieron a Lada y su hermano.
Así como ellos, hay muchos personajes más que son importantes en todo el transcurso de la historia, pero prefiero sean ustedes quienes los descubran.
"Los secretos otorgaban demasiado poder, más potencial para la devastación y la destrucción."
Algo que también vale la pena mencionar, es que la edición del libro es realmente hermosa y está muy bien detallada, y cuenta con un mapa de Constantinopla, un glosario y una lista de las personas que aparecen (al igual que el primer libro)
Y en cuanto al final, es realmente bueno y sorprendente. Se podría considerar que habrá un "enfrentamiento" entre dos personajes que no imaginábamos en el próximo libro.
En resumen, Renace de las Sombras es una segunda parte que logra superar a su antecesora, mejorando su ritmo de lectura, haciéndola más fluida, lo que nos hace disfrutar de la lectura ya que no se vuelve pesada ni aburrida. La trama está llena de acción, matanzas y traiciones que nos mantendrán pegados al libro todo el tiempo. Los personajes evolucionan de una manera perfecta e incluso puedes conectar más con ellos. En pocas palabras, les recomiendo darle una oportunidad a Kierten White con esta historia basada en Vlad el Empalador, seguro les fascinará.